Stem, su sencillo gráfico de hoja que le ha acompañado siempre. Diseñado en 2000, se ha convertido en el icono de la marca, y su motivo ha sobrevivido sin problema al paso del tiempo. 

Un icono que expertos y comentaristas del mundo textil describen como uno de los estampados más reconocibles del siglo XXI. Parece tener una capacidad única para adquirir nuevas personalidades a través de la escala, la textura y el color.

Se reinventa cada temporada, sorprendiendo a todos, como un rompecabezas con infinitas configuraciones, manteniéndolo fresco, permitiéndole seguir siendo fuerte y relevante.